Calypso. El mítico barco de Jaques Cousteau

Cuando pensamos en Jacques Cousteau, hay ciertos elementos que asociamos inmediatamente en nuestra mente. Uno de ellos, por supuesto, es su gorro de lana liso de color rojo, sus gafas sobre su notable nariz, y vestido generalmente de azul cuando no está con el traje de buzo. Pero hay otro elemento que todos tenemos presente al pensar en Cousteau y sus aventuras: el barco Calypso.

Quienes tuvimos la oportunidad de ver sus series de aventuras en la televisión, pudimos apreciar el Calypso. Blanco, surcando los mares, con todos sus aparejos, el mini submarino, el helicóptero, y la tripulación trabajando.

La historia de este barco es singular y en internet podemos encontrar mucha información sobre él, pero aquí nos vemos en la obligación de dedicarle también su espacio.

El Calypso es un barco cuya misión principal cuando se construyó fue muy diferente a cuando Jacques Cousteau lo adquirió.

Cousteau tuvo que hacer numerosas modificaciones para adaptarlo a sus aventuras. Incorporó tecnología punta de la época, como radar, escáneres, laboratorios y una cabina de descompresión. Además, incluyó tanques adicionales de diesel y de agua, lo que amplió su rango de acción e independencia.

Por supuesto, el interior tuvo que ser remodelado para proporcionar cierta comodidad a la tripulación, dedicando espacio a talleres y habitaciones extra para guardar el equipamiento necesario para sus aventuras.

El barco también contaba con varias modificaciones muy curiosas. No es muy conocido el tanque con gran capacidad para albergar vino, como buenos franceses a bordo, el vino no podía faltar.

Otra modificación, esta más conocida, es su falsa nariz, en la que cabían hasta dos personas. Un pequeño espacio, una cámara de observación submarina, desde la que se podía observar el fondo oceánico mientras navegaban.

Además de modificaciones como la incorporación de jaulas para la observación de tiburones, el mini submarino o la plataforma para el helicóptero, una modificación muy peculiar y algo desconocida es el acceso directo al mar a través de una escotilla interior. De tal modo que podían acceder directamente al agua cuando el tiempo lo impedía desde el exterior o incluso en aquellas ocasiones en las que la aventura requería discreción.

El buque, antes de ser llamado Calypso, tiene una historia muy interesante. Fue un barco militar de origen estadounidense y fue adquirido por la Marina inglesa para ser utilizado como dragaminas durante la Segunda Guerra Mundial, con importantes misiones en el Mediterráneo. Al terminar la guerra, durante un breve periodo de tiempo fue propiedad de un empresario maltés y se utilizó como ferry, hasta que Cousteau se interesó en él y supo que sería su barco.

La compra del barco por parte de Cousteau tiene una historia envuelta en misterio pero interesante y curiosa.

El magnate Thomas Loel Guinness financió la compra del Calypso para Jacques Cousteau bajo tres condiciones: un alquiler simbólico de un franco al año, no pedir más dinero y mantener el acuerdo en secreto. La transacción se realizó el 19 de julio de 1950 en Niza. Esta operación permaneció en secreto durante toda la vida de Cousteau.

Después de las primeras modificaciones y mejoras, en 1951 el Calypso está listo para la aventura de la mano del equipo de Cousteau.

Su primera expedición fue desde Niza, dando la vuelta por Córcega y Cerdeña pasando por el estrecho de Messina (Sicilia / Italia), parando en Creta y dirigiéndose al mar Rojo por el canal de Suez. Con innumerables investigaciones y buceos por el camino.

Una terrible tormenta en noviembre en el mar Adriático puso a prueba al Calypso. En un momento dado, el motor dejó de funcionar y el barco estuvo a merced del mar durante unas largas horas. Finalmente, pudieron arrancar de nuevo el motor y Cousteau dijo que, si bien no era lo mejor en cuanto a confort, desde luego era lo mejor en manejabilidad.

Después, se realizó la primera expedición submarina, documentando todo el proceso y transmitiendo en vivo toda la aventura. El Calypso no solo era un barco, era un estudio de grabación y fotografía.

Después de muchas expediciones y de conseguir financiación para rodar la película «The Silent World», que más adelante ganaría importantes premios por su gran calidad, Cousteau tuvo su siguiente gran idea en 1954.

La idea era una pequeña cabina presurizada con forma de tortuga, que pudiera maniobrar en el agua y pudiera transportarse en el Calypso. Sería el SP-350, otro elemento que formaba parte de la silueta mágica del Calypso. Pesaba 4 toneladas, por lo que tuvieron que idear una grúa que fue una auténtica innovación, base para futuras grúas en los barcos. Una obra de ingeniería.

En 1970, el Calypso se preparó para lo que podría ser su aventura más épica y peligrosa: recorrer la Antártida.

Ya hemos mencionado que previamente el Calypso había sido un buque dragaminas de la armada y que el casco era de madera, lo que lo hacía apto para no detonar minas submarinas. Para una expedición por el hielo, el casco de madera añadía un valor especial a la aventura.

Para esta expedición, surgió la idea de llevar un helicóptero a bordo. Resultó ser muy útil para descubrir nuevos lugares, rutas o transportar equipo a la costa, lo que permitió al Calypso adentrarse en nuevos destinos y aventuras donde antes no hubiera sido posible.

Dibujo de las cubiertas del Calypso

En diciembre de 1972, el Calypso partió hacia la Antártida, desde Mónaco pasando por Argentina. El viaje estaba siendo un éxito en cuanto a exploración y filmaciones, pero sufrió una tragedia cuando la «first maid» Michelle «Vaults» murió al ser golpeada por la hélice trasera del helicóptero. Fue un momento devastador para todo el equipo. En febrero de 1973, el Calypso, tripulación incluida, tuvo su

momento más duro por las condiciones climáticas tan extremas en un barco tan pequeño y vulnerable. Esta aventura incluyó la rotura de una de sus hélices y navegar con tan solo un motor hasta Chile para su reparación.

Después de tanta aventura por la Antártida, el Calypso se dirigió a nuevas exploraciones por el Caribe y el Mediterráneo.

Los últimos años de la década de los ’70 también fueron años de muchas novedades, descubrimientos de pecios, traslado de la sede desde Francia a los Estados Unidos y, sobre todo, documentar las evidentes muestras de contaminación que el mar estaba sufriendo.

Lamentablemente, durante estos años, Philippe Cousteau murió. Con una personalidad muy parecida a la de su padre Jacques Cousteau, un gran explorador y amante de la aventura y la filmación. Un chaval que creció a bordo del Calypso junto a su padre, viviendo desde niño grandes emociones. Era una parte muy importante de la tripulación del Calypso. Su muerte en un accidente de avión fue, obviamente, un momento de los más duros en la vida de Jacques Cousteau y de alguna manera marca el final de una época para todo el equipo.

En la década de los 80, llegó la configuración final del Calypso, probablemente la que todos mejor recordamos y que está documentada en el libro «Calypso, el barco de Jacques Cousteau».

A medida que avanzaron los años 90, se apreció cómo las fuerzas para nuevas aventuras comenzaron a decaer. Jacques Cousteau dedicó más tiempo fuera del Calypso en viajes más institucionales de divulgación y concienciación ambiental. La muerte de Philippe y, sobre todo, la muerte de Simone, mujer de Jacques Cousteau, marcaron realmente el final del Calypso.

En 1996, el Calypso se hundió en Singapur, comenzando un lento y agónico final de este emblemático barco. Fue un golpe duro, pero con financiación y apoyo, se consiguió reflotarlo y llevarlo a un puerto francés. Lamentablemente, un año después, en 1997, murió Jacques Cousteau.

A partir de ese momento, las aventuras del Calypso fueron de otra índole. Nunca volvería a surcar los mares, y en otro artículo os contaremos cómo y dónde se encuentra este emblemático y especial barco.

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